patrones
cuando era chica veía a mi papá
tomarse un caldo de verduras
y me preguntaba por qué,
qué podía ser tan gratificante
a mí me resultaba insulso
igual que el té y las tostadas
hoy disfruto las infusiones
como preciados rituales
y me pregunto si al fin crecí
o es este afán de mantenerlo con vida
a veces creo que nunca termino
de hacer las paces conmigo misma
y cada vez que vuelvo hacia atrás
esta frustración me aprisiona
me encuentro en los mismos mapas
de partidas interminables
como si me faltara algo que aprender
o algo más con qué lastimarme
en el fondo me sorprende
porque sé que puedo hacerlo mejor
y sin embargo acá voy de nuevo
golpeándome la cabeza
en las mismas cuatro paredes
hasta un punto dado
donde escapo por la ventana
y todo comienza de nuevo