sin título marzo 2017


Hoy la tarde cayó y me golpeó, me golpeó con la fuerza y el frío de la sudestada, me cortó la piel y me saludó. Me dijo "quedate tranquila, aunque sientas que no hay nada que temer, siempre aparece algo nuevo". Yo luché, caminé contra el viento, junté fuerzas pero no funcionó. Me encuentro, de nuevo, en la misma situación: entre el llanto y la palabra escrita, sabiendo que si no lo suelto va a quedar ahí,me va a hundir, me va a tomar por los pies y no me va a soltar hasta que toque fondo y lo tenga que largar.
Pero detesto extrañar. Prefiero perder, prefiero empatar. Detesto la melancolía que me tiene tan viva a la hora de redactar, manejo con odio tanta nostalgia que no tengo otra cosa de la que hablar pero es que ese es mi gran premio: el pasado. Es lo seguro, lo que no cambia. Lo estático, lo que queda vivo porque ya se vivió. El futuro es incierto, y es por eso que te extraño tanto, porque tengo la pregunta en mi lengua: ¿Algún día volverás a casa? ¿Cuánto falta para eso?

Entradas populares

Lucha colectiva.

compartir lo infinito

old

21/02/2013

x

inconcluso

[Im]perfecciones - i