Quizás en los jardines pueda algo más crecer
Qué increíble lo diminuto que se torna el mundo al que nos reducimos. Cuántas voces rugieron amor sin un sólo vello erizado. ¿Y sabés cuál es el único fenómeno que sigue buscando explicación? Esta mente tan idiota que repite, sin más, sintonizada en el infierno de mi vulnerabilidad.
Cómo me gustaría poderte invitar a los jardines de mi pesar; florecen todo el año, no te has de preocupar al respecto. ¡Pero hay un inconveniente! Uno muy grande, si me dejás explicar. Sucede que todo allí parece de plástico, con un brillo peculiar, de hojas tan verdes que te hacen dudar. Pero es tan sólo por una razón: todo lo grande parece mentira si no lo viste crecer a su ritmo natural.
Es todo muy real, haz de creerme. Voces que hace años me describían culpable de todo malestar, hoy no cantan canciones de cuna ni mucho menos, pero la esperanza sigue ahí: quizás de ese mismo suelo algo más pueda crecer, quizás las voces se equivocan. Quizás todo lo que escucho termina siendo mentira.
Cómo me gustaría poderte invitar a los jardines de mi pesar; florecen todo el año, no te has de preocupar al respecto. ¡Pero hay un inconveniente! Uno muy grande, si me dejás explicar. Sucede que todo allí parece de plástico, con un brillo peculiar, de hojas tan verdes que te hacen dudar. Pero es tan sólo por una razón: todo lo grande parece mentira si no lo viste crecer a su ritmo natural.
Es todo muy real, haz de creerme. Voces que hace años me describían culpable de todo malestar, hoy no cantan canciones de cuna ni mucho menos, pero la esperanza sigue ahí: quizás de ese mismo suelo algo más pueda crecer, quizás las voces se equivocan. Quizás todo lo que escucho termina siendo mentira.