vinimos para esto
Una cadena de oro serpenteando por tu cuello, la luz por la ventana, tus labios tan cerca, vos tan lejano. Sólo me imagino poesía, en qué más puede culminar tanta tristeza, tanta alegría? Tanto amor y tanta decepción. No puedo visualizar nada más.
En mi mente lo capturo: no voy a tocarte así nunca más. No es que no quiera, quizás me muera por hacerlo, pero ya nos alejamos demasiado, amor. Ya estamos tan lejos que apenas se tocan las yemas de nuestros dedos, ya no estamos agarrados, ya no hay apoyo, pero tampoco hay tensión.
Si lloro no es por vos, no te sientas tanto por favor.
Si lloro es porque
me hubiera gustado
me hubiera encantado
estaría tan complacida
de poder hacerte
feliz.
Me hubiera gustado, quizás encantado, poder cumplir tantas promesas que quedaron flotando en el aire.
Tantas cosas que dijimos sin saber, sonriendo a un futuro que no iba a suceder. Qué ingenuidad. Qué infantil. Qué ideal.
Pero es todo tan lejano ya, no hay manera de volver. Quizás debería alejarme un par de galaxias más para dejar de sentir esta angustia, para dejar de sentir la cercanía que no existe pero guardé, como souvenir, como un chiste para mí.
Qué desperdicio tanto amor, para nada.
No llores más, mi amor, si vinimos para esto: para jugar un rato a amar, para caernos y salir corriendo.