qué caradura
no hay cigarros que alcancen ni cafés ni calles ni llantos ni risas. no hay dónde ir porque estoy exactamente acá en el punto donde se encuentran todos esos problemas que me atormentan. y si no alcanzan es porque no hay nada más que hacer ni que correr ni que llorar ni que reír. si me sumerjo en vos me agarra el miedo, me corre, me instala, me manipula y me suelta. me deja así: casi sin nada. pero con todo encima.
y nunca te vas a enterar, porque sí, porque estoy justamente acá. donde todo se conecta, donde todo se sepulta en una fosa común, donde se celebra todo eso que nadie quiere celebrar. y estoy acá, parada. no sé a dónde mirar, si es que hay algo que mirar. ¿qué puedo hacer con esto? parece tan fácil, porque todos me dicen soltá, pensá, en otra cosa pensá, dejá de encerrarte. tantas cosas me dicen. los quiero ver también en esto. no sé qué hace la gente, no sé si a alguien le pasa también.
¿cómo te puedo explicar? no hay nada que explicar. es el destino. qué miedo! es el miedo también. es todo eso, todo junto, todo acá. todo adentro mío. o yo adentro del todo. adentrándome, cerrando puertas adentro mío, puertas que después no sé cómo abrir. espantada estoy.
no quiero. no quiero pero quiero. me encanta pero qué miedo. miedo: del verbo que te agarren y te hagan mierda contra la pared porque vos te dejaste estar en todo eso que se llama querer. creo que no se conjugaba así. o no era eso. ya no sé.
será que yo te agarré y te hice idea. y vos me hablabas por atrás, me susurrabas "no va a pasar" y yo seguía dibujando, con los dedos te dibujaba en la pared. la misma pared con la que me choqué.
todo termina en lo mismo: soy yo el problema. el problema de haberte querido así. el problema de odiar querer. el problema de tenerle miedo a todo porque soy como una nena. el problema. yo.
si me pongo a pensar lo que más miedo me da es tratar y no llegar nunca. es triste. es patético, mejor. es todo patético porque aunque quiera nunca trato. y siempre estoy dando discursos de lo lindo que es todo y que es mejor tratar y que es mejor hablar y -qué caradura-.
y nunca te vas a enterar, porque sí, porque estoy justamente acá. donde todo se conecta, donde todo se sepulta en una fosa común, donde se celebra todo eso que nadie quiere celebrar. y estoy acá, parada. no sé a dónde mirar, si es que hay algo que mirar. ¿qué puedo hacer con esto? parece tan fácil, porque todos me dicen soltá, pensá, en otra cosa pensá, dejá de encerrarte. tantas cosas me dicen. los quiero ver también en esto. no sé qué hace la gente, no sé si a alguien le pasa también.
¿cómo te puedo explicar? no hay nada que explicar. es el destino. qué miedo! es el miedo también. es todo eso, todo junto, todo acá. todo adentro mío. o yo adentro del todo. adentrándome, cerrando puertas adentro mío, puertas que después no sé cómo abrir. espantada estoy.
no quiero. no quiero pero quiero. me encanta pero qué miedo. miedo: del verbo que te agarren y te hagan mierda contra la pared porque vos te dejaste estar en todo eso que se llama querer. creo que no se conjugaba así. o no era eso. ya no sé.
será que yo te agarré y te hice idea. y vos me hablabas por atrás, me susurrabas "no va a pasar" y yo seguía dibujando, con los dedos te dibujaba en la pared. la misma pared con la que me choqué.
todo termina en lo mismo: soy yo el problema. el problema de haberte querido así. el problema de odiar querer. el problema de tenerle miedo a todo porque soy como una nena. el problema. yo.
si me pongo a pensar lo que más miedo me da es tratar y no llegar nunca. es triste. es patético, mejor. es todo patético porque aunque quiera nunca trato. y siempre estoy dando discursos de lo lindo que es todo y que es mejor tratar y que es mejor hablar y -qué caradura-.