el miedo nunca nos regaló nada
esta puta sensación
de saber que nos pensamos en la distancia
que el orgullo nos aprisiona
hay una muralla
más grande que el olvido
y nos separa de lo que nuestra piel busca
es este ego tan mundano
que nos aconseja desde la oscuridad
nos boicotea a sabiendas
de que la soledad es dulce y no traiciona
pero en ella no hay más
que la falta de valor.